Iniciada por José María Cases Llop hace más de 78 años, la historia del majestuoso edificio que alberga nuestra almazara tiene sus raíces en su transformación en la década de los 80 de una bodega con depósitos subterráneos capaces de contener hasta un millón de litros. Este cambio significativo convirtió a este espacio en un activo invaluable para el municipio y sus alrededores.
Hoy en día, este lugar emblemático ha sido revitalizado como una moderna almazara, representando no solo una instalación industrial, sino también un símbolo de ayuda y colaboración social en el municipio y alrededores. Con la ayuda y colaboración de agricultores jóvenes de la zona como socios inestimables de esta empresa, hemos puesto en marcha esta iniciativa de almazara para brindar un servicio y reconocimiento a las gentes del lugar. Para los agricultores locales, nuestra almazara ofrece la oportunidad de cosechar los frutos de su arduo trabajo con un valor agregado. Ahora tienen la posibilidad de hacer maquilas, reducir los desplazamientos y disfrutar de la satisfacción de producir su propio aceite de oliva.